La verdad es que la historia de este chico me parece tremendamente injusta. Un chico sano, deportista, luchador...que había dedicado toda su vida a la natación, ve cómo su mundo se desmorona por esta enfermedad.
Por falta de precaución, por un simple error que cualquiera puede tener, su vida cambia por completo.
Tiene que ser muy duro ser contagiado por el VIH, y más una persona tan joven con todo un futuro por delante, pero por si fuera poco, la sociedad hace que todo sea mucho peor.
Lo discrimina como si fuera un apestado, pensando que en cualquier momento se van a contagiar, incluso estando cerca de él.
La marginación por parte de la sociedad, pienso que no es más que ignorancia ante el virus y sus formas de contagio, ya que considero que es una de las enfermedades más temidas por la sociedad, y sobretodo, peor vistas.
Pero la exclusión por parte de la Federación y su patrocinador me parece increíble. Parece mentira que todavía haya casos de este tipo, en los que priven a una persona de sus derechos, del derecho a seguir adelante e impedir que esta enfermedad se convierta en una barrera.
Por todo esto, admiro la fortaleza del joven, su valentía y sus ganas de luchar...pues a pesar de todos los obstáculos que la sociedad le ha puesto tras ese duro golpe, ha sabido seguir adelante y demostrar que simplemente son personas a las que por desgracia les ha tocado convivir con el VIH.