No sé si alguno habréis oido hablar de la tragedia ocurrida en Heysel (Bruselas), el 29 de mayo de 1985 durante la final de la Eurocopa entre el equipo inglés Liverpool y el italiano Juventus.
Éste era un partido muy esperado, ya que ambos equipos eran considerados de los mejores de Europa, y el estadio recibió a más de 60.000 espectadores para la ocasión.
Todo comenzó hora y media antes del inicio del partido, cuando un grupo de ultras del Liverpool, armados de palos, barras de hierro arrancadas de las rejas que los separaban del otro equipo, e incluso armas de fuego al parecer robadas a los policías que custodiaban el encuentro, se avalanzaron contra los seguidores italianos. Estos retrocedieron e intentaron hiur gradas abajo, pero las barreras metálicas no cedieron y retuvieron a la masa concentrada que acabó aplastada por los que venían por detrás empujando. Algunos escaparon saltando al campo, pero otros quedaron aplastados entre gritos y llantos. De este modo el muro que limitaba la tribuna por la izquierda no pudo con tanta presión y se abatió.
El número de muertes fue 39, debidas a asfixia, aplastamiento o fractura de cráneo...Además de cientos de heridos.
A este caos se le sumó la falta de medidas tomadas por la organización, pues no bastaron los efectivos de Cruz Roja, faltaban camillas para asistir a los heridos e incluso sábanas para tapar los cuerpos de las víctimas.
Además de la tardía intervención de la policía, que era escasa en el sector de mayor peligro, y las malas condiciones en las que se encontraba el estadio.
Nadie se podía explicar cómo en una final de la Copa de Europa pudo producirse una tragedia de aquellas magnitudes, y pese a que todos daban por hecho la suspensión del partido, la UEFA no lo vio oportuno y decidió que se disputara el partido.
La verdad es que cuando nos dijo Jorge que buscásemos información a cerca de Heysel, nunca había oído hablar de ello, pero una vez he ido leído artículos relacionados con el caso, me ha impactado muchísimo.
No me puedo explicar cómo, tan solo hace 25 años, pudo ocurrir tal tragedia.
Sabemos la gran importancia que tiene el fútbol en nuestra sociedad, excesiva diría yo, pero llegar a estos extremos me parece vergonzoso.
Cómo unos aficionados pueden llegar al punto de causar estos incidentes, tan solo por un partido de fútbol.
Pero lo que más me ha llamado la atención, es que a pesar de lo ocurrido se disputara el partido.
¿En qué cabeza cabe que tan solo una hora después de haberse producido 39 muertes a causa del encuentro, se decida jugar el partido como si nada hubiese pasado?
Con esto no solo me refiero a los directivos que ordenaron continuar con el partido, sino a los propios jugadores, árbitros y toda la afición que a pesar de todo siguió el espectáculo.
Es algo que no puedo llegar a entender y supongo que mucha gente opinará como yo.
Medidas que me parecen insuficientes ante estos incidentes.
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